regeneración del pelo

De hecho, el mercado cosmético está lleno de diversos aceites capilares. Podemos elegir entre aceites monoinsaturados, aceites poliinsaturados y aceites saturados, así como entre aceites refinados o prensados en frío.

¿Qué productos son los mejores?

¿De qué sirve saber qué aceite capilar contiene ácidos grasos saturados, o si es refinado o no? En primer lugar, este tipo de conocimiento nos ayudará a cuidar mejor el cabello. Si un producto se selecciona de forma adecuada, regenerará nuestro pelo dañado, lo hidratará y lo hará brillante. En segundo lugar, si un aceite se obtiene de la manera correcta, tiene el poder de acelerar los procesos de reconstrucción del cabello y suministra al pelo más sustancias nutritivas. En tercer lugar, estos son los ácidos que determinan la forma en que un aceite penetra el cabello. Para ilustrarlo, el cabello de porosidad alta (cuando las cutículas están abiertas) absorbe mejor los aceites hechos de moléculas grandes, mientras que el cabello de porosidad baja (las cutículas están estrechamente unidas) puede absorber aceites hechos solo de moléculas pequeñas.

En general, los aceites capilares se dividen en tres categorías básicas: monoinsaturados, poliinsaturados y saturados. Los aceites monoinsaturados contienen una gran cantidad de ácidos Omega 9. Se absorben mejor que los aceites poliinsaturados, que contienen ácidos Omega 3 y Omega 6. Lo que es interesante es que los ácidos saturados no son más que mantecas cosméticas ampliamente conocidas. Tales productos son absorbidos por el cabello bastante bien. Los aceites monoinsaturados, a su vez, se pueden encontrar en el aceite de macadamia, el aceite de aguacate, el aceite de almendras dulces y en el aceite de oliva. Los aceites poliinsaturados comprenden el aceite de linaza, el aceite de onagra, el aceite de soja y el aceite de semilla de calabaza. Cuando se trata de aceites saturados, estos se dividen en mantecas cosméticas (manteca de karité, manteca de mango y manteca de cacao) y aceites fijos (coco, palmera y babasú). Lo que es interesante es que las categorías presentadas anteriormente no se aplican al aceite de semilla de granada, al aceite de ricino y al aceite de jojoba.

El mejor aceite capilar es el que no fue refinado, pero que ha sido prensado en frío. Tal producto contiene muchas sustancias nutritivas, tiene aroma y color natural y no incluye aditivos innecesarios. Los aceites refinados no contienen ninguna sustancia importante que pueda mejorar la condición del cabello. Cuando un aceite no está prensado en frío, simplemente es calentado. Desafortunadamente, este procedimiento desactiva todas las vitaminas. Vale la pena mencionar que una etiqueta “virgen extra” colocada en la botella indica que el aceite no fue refinado pero que fue prensado en frío.

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